Desde la llegada de Gaizka Garitano al banquillo, el Cádiz CF ha experimentado una notable evolución en su juego y en su mentalidad. El equipo ha pasado de la irregularidad a convertirse en un bloque sólido e intenso, características que se han reflejado en los últimos partidos. Más allá de los cambios tácticos o los nombres en el once, el gran salto ha estado en la actitud y en la manera de competir cada encuentro.

El Cádiz CF ha dejado atrás las dudas y ha encontrado en el esfuerzo colectivo su principal fortaleza. La lucha por cada balón, la intensidad en defensa y la solidez como equipo han sido claves en este cambio, y el técnico vasco ha señalado la importancia de la mentalidad en esta transformación.

"Estoy orgulloso del grupo que tenemos. En esta categoría hay que remar, apretar y competir. Jugar y competir no es lo mismo y en esta categoría hay que competir, y desde hace tiempo estamos compitiendo", destacó Garitano, reflejando el ADN que ha implantado en el equipo.

Bajo su dirección, el Cádiz CF ha entendido que más allá del resultado, lo fundamental es mostrar una actitud innegociable en cada partido. "Podemos ganar, empatar o perder, pero lo haremos compitiendo", afirmó el entrenador, convencido de que esa es la clave para mantenerse en la pelea.

Además, Garitano quiso destacar el papel del grupo humano en este proceso. "Estoy orgulloso del día a día y del comportamiento que está teniendo el grupo humano", subrayó, dejando claro que la unión y el compromiso dentro del vestuario han sido determinantes para el crecimiento del equipo.

Con esta nueva mentalidad, el Cádiz CF afronta el tramo final de la temporada con la seguridad de que, independientemente del rival o de las circunstancias, el equipo peleará cada punto hasta el último minuto.