Gustavo López, que ha militado en la selección argentina, una de las mejores selecciones del mundo, sabe que esta situación es salvable y que entre todos podemos certificar la permanencia del Cádiz en Segunda División.

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Gustavo López está convencido de que hay que sacar a relucir la humildad para solventar esta situación. “Es un partido de vida o muerte. Siempre dije que dentro del fútbol hay que tener humildad. Más allá de ser un jugador que he jugado en equipos por cosas importantes, Ahora a mí no se me caen los anillos por pelear lo que estoy peleando. Son las circunstancias que me puso el fútbol, la vida y son piedras en el camino que uno tiene que ir saltando. Como digo, en la vida y en el fútbol hay que ser humilde y nos ha tocado luchar por esto en la última jornada del campeonato para poder salvar al Cádiz. Como dije el domingo pasado, por el prestigio, por la institución y por la afición el Cádiz se merece estar mucho más arriba. No se pudo hacer este año y hay que hacer que el año que viene se pueda revertir la mala situación que estamos viviendo este año.”
Tiene muy claro a qué hay que agarrarse para afrontar el encuentro del domingo. “Me aferro a mis compañeros, me aferro a la gente, al aficionado, al que veo alrededor. A la gente que uno quiere, no le gusta verla sufrir. Me aferro a todo eso y es lo que hay que ver el día del partido para poder sacar esto adelante. Se está hablando de una cantidad de autobuses, el Carranza lleno el domingo pasado… hay que reflejarse en todo ese sentimiento para el domingo dar todo para podernos ir tranquilos de vacaciones y después sacar nuestras propias conclusiones.”

La definición del partido para el argentino es tajante. “Es una autentica final. Debemos tomarla como si fuera una final del Campeonato del Mundo. De la misma forma. Te estás jugando una cosa muy grande: el prestigio de una institución, el sentimiento de una afición que llena el campo. Hay que darlo todo, como si el equipo que tenemos enfrente fuera el mejor del mundo. Hay que tomarlo así, ir con los dientes apretados, ponerse el mono de trabajo y a luchar. Luchar y dar la cara por este equipo porque hicimos demasiadas cosas mal durante este año. Debemos hacer un partido muy bueno para al menos salvar la temporada y el año que viene no cometer los mismos errores.”

No hay cabida para el pesimismo. Gustavo López apela por levantar el ánimo y por la unión de todos en este momento transcendental. “Tenemos que ser optimistas. No es tiempo de ser pesimista. Ahora es cuando que hay que estar todos juntos, ahora es cuando hay que estar todos unidos. Y después, cuando pite el árbitro el final del partido, hay que ver lo que ha pasado, lo que se hizo mal. Pero ahora lo que no hay que hacer es poner palos en la rueda porque la rueda no anda. Lo que tenemos que hacer, para beneficio de todo el mundo, que el Cádiz se quede en segunda.”