Foto: PortalCadista.com

El Cádiz entrenó en la mañana de hoy en el estadio Ramón de Carranza y sigue perfilando detalles para el encuentro del domingo contra el Real Unión de Irun.

 Por sala de prensa pasó Enrique, que apunta al titular en el Stadium Gal. El extremeño está "con muchas ganas de que llegue el domingo porque nos jugamos una temporada en noventa minutos. Tenemos mucha ilusión y mucha esperanza de sacar la eliminatoria adelante y conseguir el objetivo".
 
El jugador cadista espera que el partido "puede ser muy igualado y que se decida por pequeños detalles" y le resta cierta importancia a la dureza con la que se afronte el juego sobre el campo "ellos tienen una forma de jugar, dentro del reglamento van al límite y si el árbitro considera oportuno que no están dentro de los límites sacará tarjetas. Será un partido en el que ellos no planten un partido duro, porque no les interesa. Necesitan ir al ataque y darle la vuelta a la eliminatoria".
 
Lo que sí cree es que "no van a ir a lo loco a buscar un gol. Saben que mientras esté el 0-0 están metidos en la eliminatoria. Si se van a buscar el gol cuanto antes y por cualquier cosa metemos un gol ya nos tendrían que hacer tres".
 
Las palabras de Iñaki Alonso las comprende y respeta "Si no lo dice él ¿quién lo va a decir?. Lo tendrá que decir porque si él le dice a sus propios jugadores que no van a ascender, si yo fuera jugador diría que ese entrenador no tiene confianza en nosotros. Tiene que decir eso porque tiene que defender sus ideas. Yo lo respeto totalmente".
 
Como uno de los que sufrió en sus carnes el descenso la temporada pasada, Enrique ve en este partido la oportunidad de quitarse la espinita clavada por ello "El año pasado sufrimos un duro golpe y los que optamos por quedarnos aquí asumimos las consecuencias con la intención de devolver al Cádiz por lo menos a Segunda División. La deuda podría quedar saldada".
 
Y en lo que no está de acuerdo es en comparar este partido con el de Chapín "No, para mí no. La semana de Chapín veníamos de hacer una gran temporada sin presión ninguna, con un equipo que a priori estaba hecho para mantenerse y para nosotros era un premio poder disputar un partido como una final para subir a Primera División. Este año desde el minuto uno se ha tenido una exigencia terrible con el equipo, creo que hemos cumplido las espectativas, pero nos falta poner la guinda y quizá por ese aspecto no es igual", finalizaba.