El portero canterano está preparado para jugar ya si Espárrago lo cree conveniente.

Foto: portalcadista.com

Hoy por hoy el Cádiz es el equipo más goleado de Segunda División y aunque a la hora de la verdad todo el equipo asume su parte de culpa, también es cierto que en estos últimos partidos el punto de mira está en la portería.

Dani Miguélez no es ajeno a lo que sucede y trabaja día a día con la esperanza de tener una oportunidad “todos los jugadores de la plantilla trabajamos a diario para un puesto y yo vengo esperando mi oportunidad desde el principio y cada día entreno para ello”.

Los goles en contra es algo que preocupa a todos, y también al portero gaditano “estamos recibiendo muchos goles. Han estado cambiando todos los puestos menos la portería y seguimos recibiendo los mismos goles. Los goles lo encajan todo el equipo, pero el míster es el que tiene la decisión de poner el once que cree que le va a resultar”.

Lo que pide el canterano es un sitio en el equipo “yo soy un jugador más y tengo el mismo derecho de jugar. Si no estuviera preparado no iría a las convocatorias” y añadía que “yo creo que si en la situación que estamos ahora no juego, creo que va a ser muy difícil que más adelante lo haga”.

El jugador se siente completamente capacitado para jugar de inicio, a pesar de estar mucho tiempo sin jugar “ahora somos cuatro porteros entrenando con el primer equipo y cualquiera podemos ir. Últimamente estoy yendo yo a las convocatorias y por algo será, supongo que porque el míster confía en mí”.

En relación a los pitos y las burlas recibidas por Kiko Casilla en el anterior partido en casa, Dani salió en defensa de su compañero y amigo “es una situación difícil porque a ningún compañero se le desea que se le insulte desde fuera, y más a Kiko, que más que un compañero es un amigo. Terminó el partido y fui el primero que fui de los primeros en abrazarlo”.

Por último habló del partido del domingo y del Rayo Vallecano, un rival directo en la lucha por la permanencia “rivales directos son todos para nosotros. Tenemos que ganar siete u ocho partidos para matemáticamente salvarnos y da igual como sea, para poder después respirar y disfrutar de las vacaciones”, concluía.