Marejada en el aspecto institucional ante lo que se vaticina que serán unos días bastante movidos en el Cádiz CF y la posibilidad de un nuevo cambio de accionariado, a no ser que Sinergy pague lo adeudado a Antonio Muñoz, cierre las cuentas de la pasada temporada y garantice capital para el presupuesto del presente curso.

El día amanecía con la posibilidad de que las acciones fueran subastadas. Una opción real que sería factible, según fuentes consultadas por PORTAL CADISTA, si Antonio Muñoz o bien decidiese ejecutar la pignoración de las acciones vía judicial lo que conllevaría alargar el proceso entre tres y seis meses, o bien llegando a un acuerdo directamente con Sinergy para, previo paso atrás de la mercantil británica, se le abran las puertas a nuevos inversores que se hiciesen cargo de las cantidades pendientes de abonar en la citada operación mercantil.

Según ha informado José Grima en Onda Cero Cádiz, esta última sería una opción recogida y negociada en el famoso 'pacto de Antequera' junto al empresario italiano Filippo Macchi, sobre el que Gaucci habría depositado toda su confianza para que entrara a formar parte como nuevo inversor del Cádiz CF a través de Sinergy, siendo éste el último cartucho que le quedaría al manager general del club cadista antes de facilitar la subasta a Antonio Muñoz.

No serían descartables que pudieran existir otros acuerdos comerciales entre Sinergy y otros grupos inversores, sin tener que llegar a la subasta pública, y según ha tenido conocimiento este medio, es una opción valorada y para la cual habrían existido ya contactos.

Lo que es cierto en todo este asunto es que Antonio Muñoz no tiene intención de volver al Cádiz CF, ya que podría haber reclamado que se declarara nulo el contrato de compraventa y no lo ha hecho. Y en el supuesto caso de que esas acciones volviesen a su nombre por cuestión burocrática, la idea del empresario cordobés no es otra que la de traspasarlas automáticamente a algún interesado en hacerse con la propiedad del club cadista.