La situación personal de Quique Pina, investigado por presuntos delitos fiscales de blanqueo e insolvencia punible, ha provocado que el murciano haya perdido peso institucional en el Cádiz CF en las últimas semanas. Primero el Consejo de Administración adoptó la decisión de asumir directamente todas las funciones deportivas que hasta aquel momento tenía delegadas Quique Pina y posteriormente se revocaron indefinidamente los poderes que tenía delegados para tal fin.

Pero el Consejo de Administración del Cádiz CF continúa dando pasos y rompiendo relaciones directas o indirectas con el ex presidente del Granada CF, y la última decisión adoptada ha sido, según publica hoy Diario de Cádiz, la de extinguir unilateralmente el contrato que unía a la entidad cadista con la sociedad murciana Calambur Intermediaciones SL, cuya administradora es Elena Pina Campuzano -hermana de Quique Pina- y por la que se abonaba cada año la cantidad de 171.000 euros más otros bonus desde el ascenso del equipo a LaLiga 1|2|3.

Con este paso tomado por el Cádiz CF, Calambur Intermediaciones SL, cuyas cuentas están bloqueadas por orden judicial según el citado periódico, ya no percibiría más ingresos del club cadista.

Por su parte Quique Pina, entendiendo que se haya podido romper unilateralmente el pacto de socios al que llegó en el verano de 2016, podría reclamar una indemnización vía judicial a Manuel Vizcaíno -que en caso de tener que abonarse no debe de afectar al Cádiz CF- que ascendería a los 7,5 millones de euros, de igual modo que podría suceder en el caso contrario si el presidente del club cadista considera que el murciano también ha realizado incumplimientos.

Independientemente de lo que suceda en los tribunales a nivel personal entre los dos empresarios, a día de hoy las vinculaciones de Quique Pina y el Cádiz CF son cada vez más limitadas y más que lo serán merced a cómo continúan sucediendo los acontecimientos en el seno de la Sociedad Anónima Deportiva con sede en el estadio Ramón de Carranza.