Era el 25 de mayo, el Cádiz ya había logrado su permanencia en Vitoria y su presidente Manuel Vizcaíno en esos días hacía balance de la temporada en diferentes medios de comunicación. Fue en Deportes Cádiz, de la Cadena COPE, cuando el máximo mandatario cadista expresó que para el próximo curso “buscaremos un delantero top que se una a los top que ya tenemos”. Un deseo lógico y comprensible pues uno de los grandes problemas que tuvo el Cádiz durante buena parte de la competición fue precisamente la falta de gol.

Sin embargo, ya pasados los días, ese nivel del jugador de ataque fue rebajado por el propio Vizcaíno. En esa ocasión fue en La Jugada de Canal Sur donde el sevillano reconocía que “hay veces en las que se me va la lengua, como cuando dije lo del delantero top. Será un buen delantero, equilibrado con lo que tenemos”. Paralelamente a esas intenciones el propio presidente daba valor a la continuidad de Álvaro Giménez, al que el presidente consideraba muy aprovechable. “Nuestra intención es recuperarlo la próxima temporada y que sea uno de los delanteros del equipo”, afirmaba entonces en Diario de Cádiz. Actualmente Giménez tiene dorsal (el 19) y es jugador de la primera plantilla.

Junio acababa de comenzar y, como es habitual, empezaban a llegar los rumores, más o menos infundados, de no pocos jugadores para esa posición que parecía sería reforzada sí o sí. Sylla, Djuka, Roger Martí, Sorloth, Latasa, Toni Martínez iban engrosando esa lista de delanteros que interesaban, el Cádiz seguía de cerca, estaban en la agenda o como cada fuente quisiera considerarlo.

Las semanas iban transcurriendo, ese jugador-gol no llegaba y alguno de los que sonaban para los amarillos incluso pasaba a engrosar la nómina de plantillas consideradas rivales directas como el de Roger con el Elche a cambio de 2,7 millones de euros.

El último capítulo del posible aterrizaje de un ariete se vivió este miércoles, cuando Jorge Cordero hablaba tras la presentación de Fede San Emeterio sobre cómo iba el mercado y las operaciones que aún se debían realizar. En ese resumen llamó poderosamente la atención que dijera que se buscaban un par de jugadores. Un número que podría considerarse escaso y que, una vez desarrollado por el director deportivo, dejaba fuera el refuerzo del delantero. Cordero por un lado puso la mirada en el mediocentro defensivo asegurando que era una de las que estaban mirando y que Alfred N’Diaye era uno de los posibles candidatos. Quedaba por saber la otra y esa fue desvelada cuando se le preguntaba sobre en qué condiciones llegarían esos refuerzos, contestando que “el extremo queremos que sea en propiedad”.

Esos son los hechos y palabras dichas hasta el momento por parte de responsables del club. Luego está la posibilidad de que todo cambie ya que el mercado es voluble y quién sabe si todas estas ideas e intenciones pueden cambiar dependiendo de lo que se ponga a tiro hasta el cierre de la ventana de fichajes allá por el 1 de septiembre.