Hace unos días informábamos de las diferentes maneras que el Cádiz B podría lograr el ascenso a Tercera División la próxima temporada. La primera de ellas, de manera obvia, era la de acabar primero en su grupo y así lograr ascender de manera directa. Una vía que parecía muy factible cuando a finales de la primera vuelta el filial amarillo tenía hasta doce puntos de ventaja con respecto al segundo clasificado pero que se ha venido abajo en la actualidad debido a esa mala dinámica que ahora le coloca a siete del líder Recre B. Una diferencia que el Cádiz B tuvo la oportunidad de reducir esta jornada al perder el filial onubense, pero la derrota también de los cadistas ante el Chipiona deja sin disminuir esa distancia.

Ese 1-2 también complica la segunda vía de ascenso, que no es otra que acabar la liga regular siendo el mejor segundo de los grupos 1 y 2. Antes de esta jornada el Antoniano tenía un punto más que los de Fernando Niño. Ahora, que los sevillanos ganaron su partido, la diferencia es de cuatro.

Ahora también peligra la segunda posición

Pero la última derrota ante el Chipiona ha provocado que no quede ninguna alarma por encender en el Cádiz B, ya que también podría complicarse la tercera y última vía: ser el peor segundo y jugarse el ascenso ante el campeón de Regional Preferente de Ceuta en caso de descenso de Betis B o San Roque de Lepe. No haber sumado esta semana ha hecho que el CD Rota empate a puntos con el filial cadista al vencer los roteños al Recre B a falta de cuatro jornadas para el final del campeonato liguero. Tras los roteños, está también a tiro el CD Cartaya con 57 puntos.

En definitiva, el Cádiz B no puede permitirse ni un pinchazo más. De lo contrario lo pagaría muy caro echando por la borda una campaña que comenzó de manera inmejorable.