El pasado 30 de junio el Xerez DFC anunciaba la marcha de Hugo Carrillo de su equipo y un día después era el Cádiz el que hacía lo propio sobre su llegada a través los perfiles de su cantera su fichaje para su filial. La del central era una incorporación por tanto que se producía tras finalizar su contrato con el Xerez DFC.

Sin embargo todo eso ha cambiado porque, como informa Diario de Jerez, el club azulino comprobó días después que había un aspecto que hacía inviable esa operación. Y es que, aunque dicho contrato mercantil y privado estaba fijado con finalización en junio de 2023, existía otro que conllevaba también la propiedad de sus derechos federativos hasta 2024. En dicho caso prevalece este último por lo que no podría entrenar ni disputar partidos con otro club hasta esa fecha.

Obviamente el Xerez DFC remitió ese aspecto al representante y al jugador, haciéndolo estos a su vez lo hicieron al Cádiz explicándole la nueva situación. La entidad cadista entiende que la operación debía realizarse si el jugador, como en principio había asegurado, estaba libre. Este nuevo escenario descarta su incorporación, aunque lógicamente se podría retomar si el futbolista lograra la carta de libertad.