No hay nada peor para un equipo de fútbol que las urgencias. Cuando los resultados ahogan, las decisiones tienen que ser tomadas por la vía rápida sin que a veces estas estén totalmente maduradas. Eso pasó la campaña pasada cuando hombres que más tarde acabaron siendo importantes, como Brian Ocampo o Theo Bongonda, fueron utilizados en las primeras jornadas de manera prematura y eso acabó influyendo en su rendimiento sobre el césped. Esta temporada, de primeras, todo está siendo diferente. 

Buena parte del bloque comenzó la competición y además lo ha hecho con buenos números. Con siete puntos de doce posibles, todos ellos en casa convirtiendo el Nuevo Mirandilla en el fortín que ya fue en la 22/23. El Cádiz está enclavado en una privilegiada sexta plaza y respira tranquilo. Sin desprenderse de la siempre necesaria humildad, reconforta ver a tantos equipos por debajo en la tabla y habiendo sacado algunos puntos de ventaja a otros llamados a estar en la pelea por la permanencia.

Obviamente, y como le ocurre a todos, tarde o temprano llegarán los momentos de las vacas flacas y de las dudas. Cuando eso suceda, primero habrá que conservar la serenidad y también realizar cambios para enderezar el rumbo. Pero este arranque más que notable servirá, a buen seguro, para minimizar ese impacto. Ahora es el momento de que hombres como Maxi Gómez, Lucas Pires, Kouamé o Robert Navarro trabajen desde la calma asumiendo roles y conceptos para, llegado ese instante, poder disputar minutos con total garantías. También, claro está, junto al resto de efectivos apretando de lo lindo para que los que ahora disfrutan desde el pitido inicial no se duerman.

A los aficionados nos tocará, mientras tanto, reprimir esas lógicas ganas de ver en acción como titulares a los recién llegados porque los que están ahora lo están haciendo de cine. Sergio González ha demostrado que está sabiendo otorgar esas recompensas a los integrantes del vestuario que nos están brindando este inicio liguero y de la misma forma sabrá hacerlo con los que ahora lo ven desde la suplencia.