Naufragó el Cádiz CF Femenino. Si ya demostró la semana pasada navegar sin rumbo en un partido que se puso demasiado pronto cuesta arriba, en Motril el barco capitaneado por Emilio Soler se estrelló estrepitosamente contra el Asako para cumplir un naufragio que parecía ya anunciado. Aunque sin duda, malas noticias las que llegaban desde la provincia de Granada mientras el cadismo celebraba la victoria del primer equipo en Alcorcón y el ascenso del Cádiz B.

Una mala racha que se inició en el tramo final de la temporada regular, en la que no llegaron las soluciones ni reacciones suficientes para enderezar el navío y mostrar garantías de ascenso. Una bola de tumbos que ha dejado de girar de la manera más cruel, en una fase de ascenso y lejos de casa.

Era obligatorio ganar en tierras granadinas tras el empate a uno en El Rosal de la semana pasada. Ganar, o lograr un empate a goles. Complicado. Al minuto 4, Paola ya adelantaba al Asako, llegando posteriormente dos tantos más para sentenciar la eliminatoria. Lourdes puso el 3-1 a falta de 20 minutos para el final, pero la reacción llegaba demasiado tarde.

Termina de esta cruel manera la temporada para un Cádiz Femenino que sí, lo intentó, pero se terminó chocando contra el cristal de la realidad y al final pasó lo que tenía que pasar. Borrón y cuenta nueva o, lo que es lo mismo, buscar soluciones para intentar el ascenso el año que viene con garantías de éxito.