Aunque desde el el pitido inicial del árbitro hubo una clara supremacía del Barcelona en cuanto a posesión, dominando con un 80% sobre el 20% del Getafe,  eso no se tradujo en goles. Robert Lewandowski y Raphinha fueron una constante amenaza para el Getafe, pero la defensa supo resistir y desbaratar las ocasiones.

Los madrileños tampoco se quedaron atrás y tuvieron sus momentos de brillantez. Juan Antonio Iglesias estuvo cerca de marcar, pero una estirada fenomenal de Marc-André ter Stegen negó el gol. La polémica surgió temprano, cuando Juanmi Latasa cayó en el área tras una entrada, pero el árbitro no consideró penal. Pero el momento más crítico para los culés llegó cuando Raphinha, tras perder el control, derribó a un rival, y se llevó una tarjeta roja directa.

Las tarjetas amarillas fueron una constante. Stefan Mitrovic fue uno de los primeros en ser amonestado, seguido de Jaime Mata, que acabaría siendo expulsado tras ver dos amarillas.

El partido fue bronco y con muchas interrupciones, debido a las constantes faltas y de nuevo una cartulina roja era mostrada por Soto Grado, la cual la recibió Xavi Hernández, fue expulsado por protestar. El partido se extendió con un añadido de 9 minutos, durante el cual el Barcelona siguió intentando, pero no logró romper el empate. La polémica duró hasta el último instante con un penalti reclamado por el FC Barcelona a Araujo que el colegiado no vio y tampoco tras verlo en el VAR por una mano anterior de Gavi.