«Cuando conseguimos nuestro objetivo, creemos que el camino fue bueno». Paul Valéry

Nada más finalizar el partido del sábado por la noche monté del tirón  al niño en la Vespa y nos fuimos tocando el claxon por toda la Avenida hasta las mismas Puertas de Tierra: «pi, pi, pi-pi-pi-, pi-pi-pi-pi, pi-pi». Ni me inmuté con el cariñoso saludito que un industrial taxista dedicó a todos mis ancestros. No nos bañamos en la Fuente  porque ya íbamos empapados por culpa de la borrasca Félix. Allí saltamos con nuestras bufandas e hicimos un ratito el candado junto al Pájaro-Jaula, cuestión de monumentos.

No, no estábamos festejando la goleada a los “miarmitas” -motivo perpetuo de orgullo y satisfacción- ni que el  segundo gol se marcara después de veinte pases seguidos de los amarillos, para disgusto del Gafa. El Cádiz acababa de lograr matemáticamente la permanencia y eso había que celebrarlo. Puede parecer exagerado hacerlo a falta de doce partidos, yendo terceros en la clasificación y a seis puntitos del primero, pero  el mero recuerdo del infierno de la segunda b justifica la alegría que significa llevar en la manga un añito más el parche de la Liga de Fútbol Profesional.

Hay que celebrarlo siempre. Y con más vera tras lo de la Operación Líbero, que tiene nombre de fichaje chungo de Baldasano.  Eso no va a traer nada bueno. La apimpinelada relación de los dirigentes cadistas, con tos sus pleitos, terminará por provocar un lío institucional de garabatillo  de impredecible solución que, queramos o no, acabará afectando en el verde pasto.

Misión cumplida. Enhorabuena a Cervera y sus muchachos.  El camino emprendido aquella tarde de agosto en Córdoba fue el correcto. Queda el más difícil todavía, con enfrentamientos contra rivales directos en la pelea por el ascenso. La batalla será dura pero con el apoyo de todos se conseguirá. A por el siguiente objetivo. ¿Misión imposible? ¿Quién dijo miedo?

José Manuel Ramos 'Pichili'
Colaborador de Radio Cádiz y Portal Cadista