Genio y figura, no dejó José María García impasible a ninguno de los que escucharon su presentación de la LXIV edición del Trofeo Carranza, que se alargó durante casi una hora con muy pocas alusiones al motivo que le había traído a la Tacita de Plata. El periodista no dudó en hacer un repaso a la actualidad política del país con alusiones a PP, PSOE y la irrupción de Podemos, la justicia en España en un discurso que se acercó a la hora de duración y que prácticamente la mínima parte tuvo como protagonista el propio Trofeo.

En un par de pinceladas, García tuvo tiempo para explicar que “es un honor, y no es una frase hecha, y una emoción estar aquí porque a Cádiz me une un hombre que me ha hecho la vida más feliz, que me ha ayudado en todo y que hacía que del estudio se fuera todo el mundo contento y que era Pepín Cabrales, al que conocí cuando era bailaor de Lola Flores. Cuando me llamó Vizcaíno dije que lo dejo todo y estoy en Cádiz”.

No quiso olvidarse tampoco de los problemas que están teniendo los trofeos veraniegos. “Se mueren y lo hacen por dos razones muy poderosas: los chinos, los japoneses o EEUU están descubriendo el fútbol y ahora las pretemporadas son viajar para hacer caja. Cádiz no puede traer a un Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid o un equipo puntero. La televisión está saturada de fútbol y la gente no quiere ir a ver partidos de equipos de segunda fila. Hay que entenderlo y es una evolución de la vida. Los brasileños antes venían para ser escaparates para fichajes, pero eso se ha acabado”.