Uno de los actos tradicionales de la temporada cadista que también se ha visto afectado por la pandemia de coronavirus ha sido el de la presentación del Trofeo Carranza, que en su LXVI edición se ha tenido que celebrar a puerta cerrada en el salón de plenos del Ayuntamiento de Cádiz. Así lo ha valorado el alcalde Jose María González, al admitir que “esta es la presentación más extraña de nuestro trofeo, pero la situación actual nos obliga a ello. Nos obliga a unir lo que siempre han sido unir dos actos en uno solo y hacerlo en familia. Es un trofeo especial, sin publico en la grada, pero que se mantiene vivo y atractivo. Cuando había gente que pensaba que no habría, aquí estamos en su presentación”.
En esta ocasión, el trofeo que será a partido único y ante el Atlético de Madrid el próximo 15 de septiembre, ha sido presentado por Liam Robinson, hijo de Michael Robinson. Se procedió al descubrimiento del cartel, realizado un año más por Antonio Caro, del departamento de marketing del club. Un cartel que une el mar de Cádiz, con el buque Juan Sebastián Elcano y el Trofeo Carranza.
El Director de Comunicación del club, Jose Grima, dio paso a Liam Robinson quien agradeció “formar parte de un evento tan importante como el Trofeo Carranza y poder pregonare esta edición me llena de orgullo porque estamos huérfanos de las buenas noticias. Esta celebración es esencial no solo para Cádiz sino también para España. Es una buena carta de intención del club”.
Añadía también que “mi padre buscaba cualquier excusa para decir que era de aquí. Era un hombre que siempre quería buscar su sitio y aquí lo encontró. No voy a mentir. Me siento como un intruso. No soy nadie, sino el hijo de alguien que ha aportado su granito de arena”.
Recordó momentos en los que los caminos de su padre y el Cádiz CF se cruzaron. “La primera vez que estuve en Cádiz fue con ocho años y la primera sensación que tuve fue la de sentirme intimidado por cariño. No entendía bien el español y vivimos una constante ola de abrazos y cariño que me descolocaba. Cuando volvíamos a Madrid le pregunté ¿Papá, tú quien eres? A lo que me respondió ‘No soy nadie. Ya lo entenderás’. Y no le faltó razón porque años más tardes la familia participamos en la cabalgata de los Reyes Magos como los Baltasar y tengo las imágenes de ver cómo mi padre celebró ese acontecimiento y cómo lo vivió”.
También ese en el que se convirtió consejero del club. “Mi padre no era de explicar mucho sus logros. Por la prensa nos enteramos que había rechazado ser consejero de un club de Primera División porque tenía que guardar su imparcialidad y también un año más tarde nos enteramos por la prensa que se había convertido en consejero del Cádiz. Evidentemente le pregunté que qué pasaba con esa imparcialidad. Me miró y me dijo “esto es distinto. Ya lo entenderás”.
Visiblemente emocionado explicó que “le dejasteis que fuera parte de este viaje. Siempre mantuvo una mirada y un pie en Cádiz. Tanto es así que en abril de este año me comentó “vamos a subir. El Cádiz. Vamos a subir”. Y tenía razón. Quince años ha vuelto a ocurrir. El Cádiz sube a primera y el Liverpool gana su primera Premier”.
“En 2008 mi padre sintió que tenía una casa en España, cuando fue nombrado Hijo Adoptivo de Cádiz. Ya no tenía que inventarse más historias para poder justificar ser de aquí. Cuando llegué a casa me dio un abrazo distinto, largo, pausado, aliviado”.