Cinco autobuses viajaron desde Cádiz hasta Marbella, todos ellos repletos de cadistas para animar a su equipo. Junto a ellos se acercaron otros al estadio costasoleño para presenciar el encuentro en sus coches particulares y, como no, los que viven por la zona.
El resultado fue una grada con nutrida presencia amarilla que desde las primeras horas de la mañana ya disfrutaron de Marbella.
El cadismo sigue dando buena muestra de lo que es no dejar solo a su equipo y este domingo volvió a dejar claro cuáles son sus colores.