Parece ser una costumbre que al Cádiz en las fases de ascenso de playoff le toquen los rivales más alejados. En temporadas anteriores ya fue Irún, Miranda de Ebro, Bilbao, Hospitalet, Oviedo o Lugo. En esta misma hasta Ferrol tuvieron que hacer kilómetros los aficionados cadistas que viajaron desde la Tacita de Plata para ver a su equipo en A Malata.
En esta eliminatoria el escenario no cambia a pesar de que los otros dos posibles rivales eran con viajes menos incómodos por la cercanía. Autobús y casi mil kilómetros para los que quieran ver al Cádiz en El Sardinero. Será en el partido de vuelta, pero a buen seguro que ya algunos esperan ese momento con ganas para seguir alentando a su equipo allá donde vaya