Al Cádiz se le escapó la oportunidad de haber certificado hoy el ascenso en casa. No ante su afición en la grada, pero sí con buena parte de ella en los aledaños del estadio desde un par de horas antes del partido y concentradas para recibir al equipo a la llegada en autobús.

Las imágenes de un gran número de ellos han sido objeto de críticas por considerarlo una temeridad en el tiempo de alerta sanitaria en la que nos encontramos. Si bien es cierto que tanto desde el Ayuntamiento de Cádiz como desde la Subdelegación del Gobierno de España se había hecho un llamamiento a la responsabilidad, en ningún momento se ha intentado siquiera evitar dicha concentración a pesar de que se encontraban en la zona efectivos de la Policía Nacional y la Policía Local.

Cabe recordar que Brigadas Amarillas a través de sus redes sociales hizo un llamamiento a los aficionados, si bien se especificaba en el mismo que se llevara mascarilla y se mantuviera la distancia de seguridad. La primera de esas medidas en buena parte sí fue cumplida porque lo cierto es que la mayoría de los presentes sí llevaban colocadas dichas mascarillas, no tanto así fue la distancia de seguridad, ya que incluso las personas fueron apartadas hacia las aceras momentos antes de llegar los autobuses del equipo por parte de las fuerzas de seguridad.