Pablo García es uno de los jugadores del equipo juvenil de División de Honor del Cádiz CF Virgili que ya ha tenido ocasión de debutar con el primer equipo a las órdenes de Sergio Barroso esta temporada y cuyo sentimiento cadista está fuera de toda duda.
Criado en los alrededores de fondo norte junto a su madre Verónica y Marco -que regentan la Barraca La Abuelita-, Pablo siempre ha estado muy unido al amarillo y al azul, y desde pequeñito siempre ha demostrado un amor incondicional por el Cádiz CF. Un amor que ahora impregna en cada entrenamiento y cada partido que juega con el equipo de la sección de fútbol sala, su deporte preferido.
Con la mayoría de edad, recién cumplida este 24 de enero, Pablo García ha cumplido otro de sus sueños: dejar impreso en su cuerpo su cadismo, con un tatuaje que refleja la silueta del escudo del Cádiz CF con la frase 'La lucha no se negocia' popularizada por Álvaro Cervera, con la tanto que se identifica.
Precisamente Pablo fue una de las personas que esperaba con emoción a Álvaro Cervera a su salida del estadio tras su última rueda de prensa, y el primero que acude cada quince días a su sitio de fondo norte para animar a su Cádiz CF, siempre que se lo permite su compromiso como jugador de fútbol sala.