
Hoy el estadio cadista reaccionó con una soberana pitada antes de que el futbolista entrara en el terreno de juego. En el minuto 48 le mandaban calentar en la banda y ahí comenzó el público a darle su particular regreso. Y cobró más fuerza cuando saltó al césped sustituyendo a Urzaiz en el minuto 70. Y también cuando en un lance del encuentro se enzarzó con Garrido, curiosamente ex jugador del CD Lugo.
Si días atrás decía que el Cádiz CF era “su casa”, este domingo no lo ha parecido.