La presencia de filiales en categorías como la Segunda B cada vez tiene más detractores que piensan que desvirtúan la competición y abogan por la confección de una liga de filiales paralela a las distintas competiciones en las que estén sus primeros equipos como ya se realizan en países (Italia con su Liga Primavera, Inglaterra con la Liga de Reservas, o Francia y Alemania donde los filiales no tienen permitido ascender a las dos máximas categorías de su fútbol). Pero es algo que cae en el olvido cada vez que se promueve como así ocurrió en el 2011 cuando Roberto Olabe y Ricardo Resta hicieron llegar la propupuesta a la LFP.

Esta temporada se marcará un hito en la división de bronce pues en ella militarán hasta 21 equipos filiales en caso de confirmarse la compra de la plaza del Ourense por parte del Celta B. Nunca en la historia de esta categoría, creada en la temporada 77/78, hubo tantos y es una cifra que va en aumento en las últimas campañas. Divididos entre los cuatro grupos, en la 2014-2015 nos encontraremos a filiales de Real Valladolid, Sporting de Gijón, Athletic de Bilbao, Real Sociedad, Real Madrid, Getafe, Atlético de Madrid, Rayo Vallecano, Real Zaragoza, Las Palmas, RCD Espanyol, Elche, Villarreal, Valencia, Mallorca, Granada, Córdoba, Almería, Sevilla, Betis y Celta de Vigo.