La UD Melilla no disputó su partido de la pasada jornada al suspenderse este por el mal tiempo. Su entrenador, José Carlos Granero, no cree que ello vaya a pasar factura pues se ha programado la semana como si el encuentro se hubiera jugado. “Hay que aceptar la situación con toda la normalidad del mundo. El lunes se hizo un trabajo parecido al que se tenía que haber hecho el domingo, y a partir de ahí ajustar la semana. A nivel de trabajo no ha influido para nada el micro ciclo semanal. A partir del miércoles ya preparando el partido del Cádiz”

Considera al Cádiz un rival peligroso y con plantilla suficiente para lograr el objetivo. “No es un rival al que vayamos descubrir nosotros ahora. Está llamado no solo a tener una regularidad de diez u once meses en la liga, sino que además tiene como objetivo el ascenso. Tiene plantilla para ello, se han reforzado una vez más en diciembre. Es un equipo grande de la categoría y en un buen escenario”.

Su trabajo con su equipo durante la semana ha ido más encaminado al aspecto mental y anímico de sus jugadores, que visitan Carranza en una situación complicada en la tabla y con muchos problemas extradeportivos durante la temporada. “Inculcarle al equipo que es posible, que es realizable. Que crea en lo que estamos haciendo y que esté convencido de las posibilidades. El mundo del fútbol y el del deporte está lleno de este tipo de gestas y experiencias. Ese es nuestro trabajo. Además del táctico, el mental para afrontar con garantías ese encuentro”.