Fuera de dudas está la calidad de la plantilla del Getafe CF, un plantel confeccionado con el objetivo de devolver al cuadro azulón a la máxima categoría del fútbol español, de la que descendió la pasada temporada. En su escuadra, dirigida por Esnáider, jugadores de primer nivel como Kike Sola, Vicente Guaita, Yoda, Cata Díaz, Juan Cala, Damián Suárez, Lacen o Jorge Molina, entre otros.

Es Jorge Molina, precisamente, uno de los jugadores más peligrosos que lucen en la plantilla del equipo madrileño. Un futbolista experto en la categoría de plata que cuenta con dos ascensos a Primera con el Real Betis Balompié, club al que llegó en el verano de 2010 y abandonó en el pasado mercado veraniego. Sus mejores números como bético, en Segunda, una categoría en la que ha anotado, entre 2009 (cuando jugaba en el Elche) y 2015 (año en el que logró ascender por segunda vez a Primera) un total de 69 goles y ocho asistencias, mientras que en la máxima división ha anotado –defendiendo el escudo bético- 29 tantos y realizado diez asistencias.

A sus 34 años, Jorge Molina se ha convertido en el máximo disparador del Getafe CF con siete tiros a portería en estas tres primeras jornadas, marcando uno de los dos goles anotados por los getafistas. Un artillero que busca convertirse en un referente de su equipo para pelearle la titularidad a Stefan Scepovic y Kike Sola. Un ariete que obligará a la defensa cadista seguirle de cerca si Esnáider decide alinearle sobre el tapiz del Ramón de Carranza.