En la jugada en la que Luismi Quezada se lesionaba de manera fortuita de su rodilla, y que le ha supuesto una triada que le mantendrá lejos de los terrenos de juego varios meses, tanto el asistente de dicha banda como el colegiado entendieron que había sido fruto de una entrada de Advíncula y por ello amonestaron al jugador rayista.
A pesar de la insistencia por parte del futbolista peruano de explicar que él no había tenido nada que ver y que ni siquiera le había tocado, la decisión no fue revisada y la amarilla quedó reflejada.
El club madrileño obviamente recurrió dicha amonestación y el Comité de Competición de manera lógica se la ha retirado. "En el caso del Sr. Advíncula Castrillón, se observa que el jugador amonestado no contacta con el rival, de modo que no hay derribo, ni mucho menos temerario, en la forma que se describe en el acta arbitral, procediendo por ello dejar sin efectos disciplinarios la amonestación impuesta", ha señalado dicho comité.
La que no ha prosperado sin embargo es la petición de retirada de la roja de Montiel, expulsado por una entrada. Ahí el Comité no aprecia error manifiesto en el acta y deja al árbitro "dentro de su discrecionalidad técnica, valorar si la acción era merecedora de expulsión".