El mal estado del terreno de juego ha sido determinante a la hora de tomar dicha decisión.

Foto: portalcadista.com

Un nuevo y esperpéntico contratiempo ha sido el que ha tenido que vivir en el día de hoy el Cádiz C.F., que visitaba el Sancho Dávila para enfrentarse en partido amistoso al Puerto Real C.F., un partido que finalmente ni se ha jugado.

La negativa ha venido del equipo cadista, debido al mal estado en el que se encontraba el césped del campo de fútbol puertorrealeño y el riesgo de lesiones que podía acarrear a los futbolistas a ocho días del primer partido oficial de la temporada, contra el Parla en Copa del Rey.

Un terreno de juego con calvas, con un césped en distintas alturas y seco, una consecuencia del problema que ha tenido la máquina cortacésped, que dejó de funcionar para desgracia de ambos conjuntos y de los aficionados, que estaban dispuestos a acudir al partido a ver la puesta a punto de sus respectivos equipos.

Risto Vidakovic lamentaba tener que haber tomado la decisión de negarse a jugar "yo lo siento mucho por el Puerto Real, pero jugar este partido era demasiado arriesgado y si tomábamos la decisión de jugar se podría lesionar algún futbolista. Lo hemos pensado mucho, pero creo que hemos tomado una decisión lógica".

E insistía en que "el campo es impracticable. Nosotros hemos venido a jugar y nos han dicho que se les ha estropeado la máquina cortacésped. Esto no es culpa de nadie, pero nosotros no podíamos aceptar jugar en estas condiciones".

De todas formas el Cádiz se ha ofrecido a jugar otro día "yo les he dicho que cualquier día cuando lo arreglen estamos dispuestos a jugar encantados, pero supongo que ellos estarán enfadados".

Minutos después de haberse suspendido el partido, los jugadores cadistas, miembros del cuerpo técnico y demás componentes de la expedición, se marcharon para sus respectivos domicilios en sus coches particulares. Mientras, los jugadores del Puerto Real se quedaron ejercitándose sobre el maltrecho césped del Sancho Dávila.