Ahora que en el último partido apenas se crearon oportunidades y no se recibieron goles, los defensas también se consideran culpables del poco bagaje ofensivo, al igual que hacían partícipes en su día del trabajo de contención a sus compañeros más avanzados. Por ello Garrido siempre prefiere hablar de equipo más que de líneas. “Somos un equipo y no se puede hablar de delantera por un lado y defensa por otro. En cuestiones defensiva con el doble pivote estamos más arropados y ahora hace falta de esa unión en el ataque, elaborando un poco más y que la gente de arriba disfrute de ocasiones. En el campo del domingo era complicado elaborar pero es uno de tantos en Segunda B en los que tendremos que buscar más el juego directo”.
 
Explicó los inconvenientes para tocar el balón como querían en Murcia y lo importante que es también no encajar en tu portería. “Lo principal es no recibir goles. Somos un equipo que arriba tenemos jugadores de calidad y pegada. Si no recibes goles tienes muchas más probabilidades de ganar el partido. En el descanso el míster nos pidió que jugásemos un poco más la pelota pero a la hora de la transición entre centrales era complicado. El campo estaba muy seco y teníamos miedo de perder la pelota en un pase horizontal ahí atrás”.
 
Para él, el encuentro del domingo es algo más que tres puntos, porque una victoria haría ver las cosas de diferente manera. “Tiene mucha importancia. Más a nivel psicológico que de puntos. Una buena imagen sería un poco dar la vuelta a la situación ya que nos quedaríamos a cinco puntos y tener otra mentalidad”.

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