Pide al resto del equipo lo mismo que él aporta, algo que se vio reflejado en la pasada jornada. “Llevo 15 años jugando al futbol gracias a esa agresividad. Y no la voy a perder ahora. Era necesario el sábado. Pero no solo en mí, porque lo hicieron todos. Sacaron ese orgullo desde Airam hasta Alejandro. Y lo que vimos contra el San Fernando, es lo mínimo que hay que dar en cada partido”.
Sobre su forma física explicó que está contento. Aguantó todo el partido a un buen ritmo. “Me sentí cómodo desde el primer minuto. Sufrí un poco más en los diez últimos e iba un poco menos a la presión. Intenté jugar un poco con más cabeza, no por el tema físico sino porque no había jugado en amistosos 90 minutos y tenía un poco de miedo a ver cómo iba a reaccionar mi cuerpo. Pero acabé satisfecho”.
No se ve como un líder en el campo. Al menos como lo que entendemos por un futbolista que está continuamente dando órdenes al resto del equipo. Aclara que tampoco sea algo que le haya pedido Agné. “No me ha pedido nada. Lo llevo dentro. Siempre me ha gustado echar una mano a los compañeros pero jugando. No he sido nunca de chillar o de levantar los brazos. Creo que todo el mundo puede fallar y soy muy positivo con el trabajo de mis compañeros. Me gusta apoyarles. Pero con los chavales que hay aquí tampoco hace falta decirle muchas cosas”.
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