Cuatro victorias son las que lleva conseguidas el Cádiz CF esta temporada y las cuatro se lograron acabando con once jugadores sobre el terreno de juego. En los cuatro restantes no se pudo ganar y, curiosamente, en tres de ellos se acabó con un futbolista menos.

Y, más curioso aún, es que esas tres expulsiones fueron de jugadores no defensivos. En la primera jornada de liga, ante el San Fernando CD, fue Kike López el que se marchaba a la ducha antes de tiempo por dos amarillas y se acabó con empate. Ante el Lucena el expulsado también por dos amarillas fue Ceballos y se acabó perdiendo. Este miércoles le tocaba el turno a Kike Márquez, también con dos amonestaciones, el que no acabó el encuentro.

Ninguna de esas acciones fue por jugadas violentas. Sin ir más lejos hoy el sanluqueño vio la primera por no guardar la distancia en una barrera y la segunda por una obstrucción a un rival. El Cádiz debe sin duda hacer una seria reflexión sobre lo que está ocurriendo en ese aspecto y en qué medida puede evitarse porque lo cierto es que es una circunstancia que le está haciendo perder a los amarillos puntos valiosos en este comienzo de liga.