En la eliminatoria de Copa del Rey este miércoles Airam fue titular, Jona se quedó en el banquillo. Desde que ambos han estado disponibles para Antonio Calderón siempre estuvieron juntos en ataque. Hasta ayer, cuando se volvió al 4-2-3-1 y el resultado de lo que se vio sobre el césped fue positivo.
Ya semanas atrás existía el debate de si era conveniente jugar con dos puntas y si eso podía estar provocando el atasco del equipo en las acciones ofensivas. El balón no llegaba con claridad a las inmediaciones del área y ello impedía la creación de jugadas claras de gol. En La Línea fue Fran Machado el que ocupó la posición de mediapunta tras el tinerfeño y gozó de las primeras ocasiones que deshizo el meta Mateo. Con un hombre más por el centro la función de otro como Espinosa en la medular, también se vio fortalecida. El balón corrió con más fluidez que en partidos anteriores y también mejoró el juego defensivo, aunque para esto último la intensidad con la que los amarillos jugaron ayudó de una manera importante.
El sistema utilizado descubrió a un Cádiz con menos fisuras que en partidos pasados, más sólido en defensa, más ordenado sobre el césped y más alegre en el juego. ¿Quién sabe si la solución está en volver a lo que ya funcionaba?