El delantero Mario Barco fue el primer fichaje de esta temporada y el primero que también ha sido presentado ante la prensa. Juan Carlos Cordero definía este lunes en la sala de prensa del Ramón de Carranza al ariete como “un delantero centro, más de área, más rematador. Es un nueve puro. Trabajador, tiene potencia y experiencia en Segunda División. Hemos querido que la mayoría de jugadores fueran propiedad del club, tener activos propios y les duelan las derrotas y celebren las victorias”.

El jugador tomaba la palabra y expresaba que “vengo con muchísimas ganas, muchísima ilusión. Lo más importante es sentirse identificado con el club al que vienes, que es mi caso. La ilusión por seguir creciendo ha hecho que venga al sitio que creo ideal para mí”.

Está convencido de que puede aportar mucho al equipo por su estilo de juego. “Fue muy fácil decidirme por la insistencia y la confianza que mostraron en mí. Hablé con Juan Carlos, el cuerpo técnico y con todo el mundo para ver cómo podía integrarme en el club tanto personal como deportivamente. En tres días se hizo. No me costó mucho decidirme. Además, creo que puedo encajar bien en el juego del entrenador. Estoy encantado de hacer cualquier cosa que me pida el entrenador. Soy un jugador sacrificado, trabajo, y en base a eso seguir creciendo. La filosofía del club me viene bien a mi juego. Por mi parte, trabajo y sacrificio no van a faltar”.

La pasada temporada militó en Segunda División pero quiere subir un escalón más con la camiseta del Cádiz. “Para mí la barrera más difícil de superar es la de uno mismo. Creo que puedo dar un paso muy importante aquí en lo individual”.

Aún quedan por llegar refuerzos y es más que posible que alguno más lo sea en la punta de ataque, una posición que ya de por sí tiene competencia. “Siempre va a haber una competencia sana. He visto un buen ambiente en el vestuario, me gusta llevarme bien con mis "rivales" en la delantera porque eso será bueno para el equipo. La competencia sana siempre es buena”.

Se siente preparado para asumir responsabilidad. “Soy muy autocrítico así que intentaré ver mis fallos, me fijaré en las críticas constructivas y luego analizaré. Un pitido no me va a afectar, aunque creo que no va a haberlos porque desde el principio creo que voy a encajar bien”.