En el minuto 26 de partido un balón largo a Gerard Valentín acabó con la salida del área de Alberto Cifuentes y el meta cadista impactó de manera violenta contra el delantero del conjunto gallego. Ávalos Barrera señaló la falta a favor de los locales y la consiguiente expulsión del meta cadista.
Posteriormente, al ser revisada en el monitor, apreció que había una mano previa del jugador rojiblanco. Mantuvo la roja al cancerbero del Cádiz, pero cambió el sentido de la falta dando el balón a los amarillos por la mano de Valentín.
Es lógico pensar que si pitó la falta previa debería haber quitado también la expulsión, pero evidentemente no es así. La roja viene dada por una acción de conducta violenta (“realizar una entrada a un rival ,con uso de fuerza excesiva, impactando con su cadera en el rostro de un adversario en la disputa del balón”, reza concretamente el acta), que nada tiene que ver con el devenir de la jugada y se debe señalar de la misma manera. Además, al ver la jugada repetida, si se aprecia otra acción debe señalarla aunque esta no esté entre las cuatro por las que se use el VAR.
Velasco Carballo lo explicaba hace un par de semanas en la charla técnica que ofreció a medios de comunicación. En la misma explicó que aunque el VAR llame para una acción de VAR (en este caso la expulsión) si el árbitro ve además en la pantalla otra acción también debe señalar.