Lo futbolístico es sin duda un problema menor en toda esta emergencia nacional provocada por el coronavirus que azota el planeta, pero los estamentos del deporte rey en España intentan buscar dentro de lo posible soluciones a corto y medio plazo para que afecte lo menos posible a la competición. Por el momento dos jornadas están aplazadas y parece del todo probable que puedan ser alguna más.
LaLiga y la RFEF, con la presencia también de la AFE, se van a reunir dentro de dos semanas para evaluar de nuevo la situación. Lo que se desconoce es de si de esa reunión saldrán las soluciones definitivas para cualquiera de los diferentes escenarios. Ya ayer Luis Rubiales indicó que no acabar el calendario sería el peor de ellos.
Tebas por su parte parece que tiene decidido acabar como sea dicho calendario. Aunque no han transcendido los detalles, tendría preparada una batería de fechas para que se pudiera jugar los partidos atrasados. Eso dependería en buena parte de dos factores. El primero sería, evidentemente, el número de jornadas que se hayan ido aplazando. El segundo pasaría por un traslado de la Euro 2020 a 2021 que liberara tiempo para llevar a cabo ese plan. Este último debería producirse de manera obligatoria si el número de partidos a jugar es demasiado elevado.
En el caso de que no poder completar las 42 jornadas entraríamos en un escenario desconocido ya que no existe en ninguna normativa, ni de la RFEF ni de LaLiga, ninguna previsión de que una temporada no se pueda finalizar y cómo se dilucidaría la misma en términos de puestos finales en la clasificación, ascensos o descensos. Cada vez más son las voces que entienden que, llegado ese caso, la competición acabaría anulándose. Una situación que evidentemente el Cádiz podría verse muy perjudicado.