El central es una de las piezas claves para Álvaro Cervera y podría estar de vuelta este sábado ante el Real Oviedo. Juan Cala, que ha comparecido ante los medios del club este jueves, hablaba de la necesidad de lograr victorias una vez que la diferencia con respecto a los perseguidores se ha visto reducida de manera ya algo importante. “Está claro que hay que empezar a sumar ya de tres, porque para el objetivo ambicioso que tenemos entre manos hay que ganar dos o tres partidos para no depender de los resultados de los demás. Lo tenemos en nuestra mano, a nuestro alcance, pero hay que ganar partidos y no conformarnos con empates”.

Los equipos hacen cuentas, como es lógico, y el Cádiz también para ver dónde puede estar la cifra que otorgue el deseado ascenso directo. Cala explicaba que “nosotros tenemos una meta de puntos que se va modificando conforme pasa la temporada. Al principio podíamos pensar que estaba en 75, ahora parece que te puede dar 70 para subir… a lo mejor está en 71, 72… ¿Eso qué significa? Tenemos 63 puntos y como mínimo tienes que conseguir 8. Miras los números que hemos tenido durante la temporada y eso nos hace sentir mucha confianza. Hace ver que está al alcance de nuestras manos y con eso tenemos que dar un paso adelante, volver a tener la portería a cero, volver a ganar, volver a tener en Carranza nuestro fortín. Es el momento de apoyar, de aprovechar los minutos que tenga que cada uno al 100% de intensidad. Ahora este sábado tenemos otra final en la que tendremos que acercar tres puntos más el objetivo”.

Reconoce que es complicado jugar en estadios vacíos y que a equipos como Cádiz y Zaragoza no les ha venido nada bien. “Este tramo final con público es totalmente diferente a no tenerlo. Se nota la falta de la afición en Carranza y al Zaragoza también la suya. De hecho, éramos los mejores equipos en casa y los que más puntos estamos perdiendo. Ya sabemos que aquí en Segunda cualquier equipo puede ganar y hace que esté muy igualado. Miras la tabla y en tres puntos están muchísimos equipos. No era normal que estuviéramos a ocho puntos del tercero. Ahora es más normal, pero ahora es el momento de pisar el acelerador y alejar un poco fantasmas del pasado”.

Ahora llega un rival que lucha por la parte baja de la tabla, lo cual lo convierte en doblemente peligroso. “Ellos se están jugando no descender a Segunda División B, algo que es una auténtica ruina para los clubes y nosotros estar en la liga de las estrellas. Todos los equipos nos jugamos algo. Nosotros tenemos que echar la vista atrás y ver lo que hemos hecho durante la temporada para sacar lo bueno que hemos hecho. El equipo está confiado en dar un paso adelante el sábado y estoy convencido de que el sábado vamos a acabar con más puntos de los que tenemos ahora”.

Cada semana el esfuerzo se centra en recuperarse lo mejor posible para que el esfuerzo físico exigente de cada partido no pase factura en el poco tiempo de descanso que hay hasta el siguiente. “Somos de los pocos equipos que hemos jugado cinco partidos seguidos cada tres días. Es una barbaridad que tampoco logro entender. Ahora jugamos uno después de cuatro días, pero volvemos a tener otro de tres después. Eso hace imposible recuperar las piernas. Es muy difícil de gestionar todo en tan poco tiempo: descansar, recuperar lesiones, analizar el partido que has jugado, preparar el siguiente… Vamos a descansar un día más y a ver si recuperamos gente para estar disponibles y frescos. Creo que somos un equipo fiable en la categoría y tenemos que recuperar esa fiabilidad, algo que vamos a conseguir seguro”, añadía el lebrijano.

Explicaba cómo se encuentra de sus molestias y del momento que pidió el cambio hace tres jornadas.  “No es momento de ser egoísta y hay que pensar que si no estás para jugar hay un compañero que puede hacerlo igual o mejor que tú. Cuando noté molestias tomé la determinación de que un compañero entrara por mí y no perderme tampoco lo que queda de temporada. Creo que fue acertado, me hizo que en vez de estar cinco o seis semanas de baja han sido cinco o seis días. Ojalá que el sábado, si el míster desea, esté en el once inicial”.

De lo que no tiene ninguna duda es el camino que hay que seguir de aquí al final. “Es el momento de correr, correr y correr, de luchar por cada balón como si fuera el último, de no quejarnos de los árbitros, de hacer que nada nos distraiga de nuestro objetivo. Y volveremos a ser el Cádiz que hemos sido durante toda la temporada”.