El fútbol sin público está penalizando a muchos equipos, que no pueden contar con el apoyo de su afición en casa. El Cádiz se estaba encontrando con la dificultad de no encontrar el camino de la victoria en Carranza y esta ha llegado quizás con uno de los equipos más potentes a los que se pueda enfrentar. El triunfo ante el FC Barcelona ha puesto fin a esa racha negativa que databa desde el 7 de junio cuando se vencía al Real Oviedo por 2-0. Desde entonces, se perdía en Segunda ante el Fuenlabrada (0-1) y ante el Albacete (0-1). Luego ya en Primera División tampoco se podía vencer ante Osasuna (0-2), Sevilla (1-3), Granada (1-1), Villarreal (0-0) o Real Sociedad (0-1).

Tanto Álvaro Cervera como su segundo Roberto Perera han manifestado en diversas ocasiones el deseo de que llegara esa victoria, entendiendo que eran muchos factores los que podían llevar a esa circunstancia que el equipo estaba viviendo y para la que se estaba trabajando. Lo cierto es que hoy el Cádiz se ha quitado esa espina que llevaba clavada desde hacía cinco meses. Ahora, y ojalá sea pronto, queda por vivir muchas pero con las gradas repletas.