Parece complicado que el Cádiz CF pueda tener esta temporada un lanzamiento desde el punto de penalti a su favor, habiendo que recordar que es el único equipo de LaLiga Santander en esa situación. Pudo serlo en el partido ante el Granada con el claro derribo de Perea, pero entonces ni Javier Arberola ni el VAR contemplaron pitar. Tampoco hoy con una mano de Koke en el área al final de la primera parte cuando el marcador era de 1-2 favorable al Atlético de Madrid. Aunque en primera instancia fue señalado por Gil Manzano, tras ser llamado por el VAR para revisar la jugada, esta fue anulada y la pena máxima se marchó al limbo.

La jugada no parecía tener lugar a dudas porque aunque Koke tenía el brazo apoyado en el césped, es una acción en la que el futbolista atlético mueve el brazo hacia esa posición para cortar el esférico y no estando ahí por una caída, que es la condición que refleja la norma para no señalar mano “No se considerará infracción si el jugador cae y la mano o el brazo quedan entre el cuerpo y el punto de apoyo en el suelo, pero no alejadas del cuerpo hacia un lado o en vertical”.