El pasado miércoles en el habitual entrenamiento del equipo en las instalaciones de El Rosal, el técnico cadista aparecía sobre el césped con una varita mágica, con la que dio la también habitual charla previa a la sesión a sus chicos.

Una escena que el propio Álvaro Cervera ha desvelado en la rueda de prensa de hoy explicando que la plantilla fue la causante de la misma. “El día después del partido les di una pequeña charla sobre el partido del Betis y les dije que no teníamos una varita mágica para ganar los partidos. Al día siguiente cuando empezamos a entrenar me regalaron una varita mágica y unas gafas de Harry Potter”.

Y es que el buen ambiente del vestuario se solapa también con la total confianza que se tiene con el técnico, algo que se refleja en este capítulo anecdótico entre jugadores y entrenador.