Al filo del descanso Álvaro Negredo no podía creer cómo la falta con la que Montoya frenó su avance por la banda no fue castigada con cartulina amarilla. El lateral bético agarró sin lugar a dudas la camiseta del delantero madrileño, pero el colegiado simplemente pitó la falta sin el castigo adicional.
Una acción que pudo haber cambiado el signo del partido porque Montoya sí vio otra amarilla, en este caso su primera del choque ante el Cádiz, por una falta sobre Lozano. Quedaba media hora para la conclusión del encuentro, el marcador era de 1-1 y en caso de haber visto la de la primera parte esta habría sido su segunda y, por tanto, el Betis se habría quedado con un jugador menos todo el tiempo restante.