Los caprichos del destino ha dejado señalado que otro 5 de febrero sea un día en el que el Cádiz sufre una terrible injusticia arbitral. En la temporada 2005/2006 el Cádiz, al igual que ahora, también luchaba por la permanencia en la máxima categoría. Y precisamente era también un 5 de febrero cuando una decisión arbitral cortaba una racha positiva del conjunto amarillo, entonces entrenado por Víctor Espárrago. Aquel día fue en Villarreal con un gol anulado por mano de Cacique Medina y que tan solo vio el asistente Rafa Guerrero, quien avisó y convenció a Rodríguez Santiago para que anulara un tanto que previamente había dado por válido, evitando así la victoria cadista en el minuto 90. Aquella temporada el Cádiz acabó descendiendo. 

Ayer, exactamente 16 años después, el Cádiz volvía a recibir un duro golpe a través de las decisiones de Del Cerro Grande desde el césped de Son Moix como de Hernández Hernández desde el VAR y que desde el mundo del fútbol no se acaba de comprender. El penalti pitado a Iván Alejo por ese leve contacto (que luego en el área contraria dejaría sin efecto uno, como mínimo, igual) y, sobre todo, el señalado a Ledesma quedarán para el recuerdo negativo de una afición que está harta de sufrir injusticias como estas en las últimas campañas.