El Granada CF alineaba de inicio ante el Cádiz a tres jugadores del filial (Ismael Ruiz, Torrente y Collado), por lo que el once se quedaba con ocho jugadores del primer plantel. Pasada la media hora uno de esos ocho, Domingos Duarte, fue expulsado por roja directa quedándose el conjunto nazarí en esos momentos en el límite de siete jugadores del primer equipo que permite la norma.
Una legalidad que podría haber quedado eliminada en caso de que otro jugador de la primera plantilla hubiera sido expulsado y ese número hubiera quedado reducido a seis. Algo que estuvo a punto de pasar ya que Germán, que vio amarilla por protestar la expulsión de su compañero, protagonizó alguna que otra acción en las que se reclamó una segunda amarilla y que finalmente el colegiado no acabó mostrándole. El defensor granadinista pisó el tobillo por detrás a Negredo en el minuto 61, cuando el Granada todavía tenía a siete efectivos del primer equipo en el campo.
¿Qué dice la norma en ese sentido?
El artículo 223 del Reglamento expresa que “una vez iniciado el partido, los equipos deberán estar integrados, durante todo el desarrollo del mismo, por siete futbolistas, al menos, de los que conforman la plantilla de la categoría en que militan. El hecho de que por cualquier causa, incluida la expulsión de un futbolista o la sustitución por lesión, el equipo quedase integrado por menos de siete futbolistas de los que se refiere el párrafo anterior, podrá ser considerado como infracción de alineación indebida por el órgan disciplinario”.
De la misma forma, en su punto 3 también habla de si esa situación viene provocada de una expulsión. “Si una vez comenzado el juego, en su caso, uno de los contendientes quedase con un número de futbolistas inferior a siete, el árbitro acordará la suspensión del partido. Si tal reducción de un equipo a menos de siete futbolistas hubiera sido motivada por expulsiones o lesiones, el partido se resolverá en favor del oponente por el tanteo de tres goles a cero; salvo que éste hubiera obtenido, en el tiempo jugado hasta la suspensión, un resultado más favorable, en cuyo supuesto éste será el válido”.
La gran duda radica es que si llegada esa expulsión, el equipo pudiera subsanarlo con una sustitución automática que no afectara al juego. En tal caso el Granada podría haberlo hecho porque hasta el minuto 79 en el que retira a Collado, tenía cambios disponibles.