Llega otro partido al Nuevo Mirandilla y otra oportunidad de abandonar al final de una jornada los puestos de descenso. El Cádiz afronta esta nueva cita con la necesidad de mostrarse fuerte como local, algo que esta temporada se le está atragantando al menos en lo que a victorias ante su afición se refiere.

Sergio González opina que “el partido de mañana es un partido tremendamente difícil, ante un rival que ahora está disfrutando del fútbol porque ven que lo que están trabajando les está saliendo, con un entrenador brutal. Es un rival muy bueno que creo que se va a encontrar con un Cádiz muy bueno”.

Una de las asignaturas pendientes es la de mejorar en las segundas mitades y el técnico cadista espera por fin que eso ocurra este sábado. “El equipo está preparado para dar una versión diferente en la segunda parte, que nos está costando. Al Sevilla le costó ganarnos y tenemos que volver a ser ese equipo incómodo”.

Apeló de nuevo al apoyo de la afición, que aunque antes se ha citado para mostrar su disconformidad con la planificación deportiva, a buen seguro estará arropando a su equipo de principio a fin ante los baleares. “Somos unos privilegiados cada vez que jugamos en casa y durante los noventa minutos tienen que estar apretándonos y animándonos. Cuando no nos salen las cosas ellos nos meten gasolina. Estoy seguro que animarán durante el partido y luego en el pre partido y en el post partido son libres de expresar sus inquietudes”.

En definitiva, el entrenador barcelonés del Cádiz solo espera una cosa. “Ojalá que podamos salir con una sonrisa en la cara de este partido, que eso signficará que han ido las cosas bien”.