El Cádiz hace valer su fortaleza en el Nuevo Mirandilla basando buena parte de su potencial en la capacidad de mantener la portería a cero. Así lo ha hecho en los dos últimos encuentros como local, también anteriormente en los empates ante Betis (0-0) y Villarreal (0-0). Resulta cuanto menos paradójico porque es en su estadio cuando Sergio González suele apostar por dos delanteros, rodeados además por dos extremos netamente ofensivos o algún mediocentro que le gusta sumarse al ataque con carácter goleador como son Álex Fernández, Escalante o el propio Alcaraz.

Precisamente el técnico hacía alusión a esa circunstancia tras vencer al Rayo Vallecano, dejando claro que siempre buscará el equilibrio más allá de los jugadores con los que cuente sobre el césped. Buena cuenta de ello es el trabajo que realizan tanto en la presión como en ayudas cerca de su propia área todos esos jugadores.

Hoy, además, se encontraban ante un rival que sabe sacar mucho partido a su poderío aéreo. Tanto en jugadas dinámicas como a balón parado el Rayo Vallecano ha demostrado el peligro constante que puede causar con ese tipo de acciones a las porterías contrarias. Pero el Cádiz ha sabido contrarrestar esas armas y en ese aspecto han destacado tanto Fali como Luis Hernández, que apenas han dejado a sus rivales en el área alcanzar envíos para convertirlos en remates.