El meta cadista Conan Ledesma pasó ayer por el canal oficial de Twitch de Rosario Central, su ex equipo en Argentina, aprovechando la visita a su país en estas vacaciones. El cancerbero cadista habló de su etapa allí y de las muchas vivencias en el conjunto rosarino, pero también de su paso por España y de las diferencias que está viviendo aquí. Una de ellas es la seguridad. “Es una realidad. Mucha gente aquí se lo toma a mal, porque dicen que allá también roban. Y sí, en España también hay inseguridad como la hay en cualquier parte del mundo pero no te encuentras con lo que pasa aquí. He llegado y a mi hermana le han robado nueve veces el móvil, de quitárselo por la calle, la cartera… mi abuela tiene miedo de salir a la calle por si la empujan y caiga al suelo. Y eso allí no pasa. Al menos donde estoy yo no pasa. Yo estoy en la plaza con mis hijas hasta las once o doce de la noche y vuelvo caminando a mi casa estando ésta a siete manzanas. Vamos caminando los cuatro sin ningún tipo de preocupación y tampoco con la sensación de que va a pasar algo, de que estoy siendo perseguido. La inseguridad que se está viviendo no solo en Rosario sino en Argentina es muy grande y allá no quiere decir que no pase, pero casi que no pasa. Y si pasa, no lo hace con la violencia que pasa aquí. Eso a la hora de tener una familia, unas hijas, todo pesa mucho porque ganas tranquilidad”.
Lógicamente también se le preguntaba por las diferencias entre el fútbol argentino y el español. “Siempre le contaba una anécdota a mi viejo, sobre todo el año pasado cuando estábamos peleando por no descender. Me preguntaba si estábamos concentrados y yo decía que no. Este año sí con el nuevo técnico, pero con el anterior no nos concentrábamos. Yo le contestaba ‘Papi, estoy en la playa!’ Y él me decía ‘¿Cómo que estás en la playa? Si mañana jugás un partido’ y yo ‘No pasa nada, estoy en la playa’. Eso aquí es imposible, estar en Rosario y en la playa jugando al día siguiente un partido. Allí la gente es muy tranquila en ese sentido a la hora de hacer tu vida. Estás con tus hijos y aunque haya gente que te pida una foto hay gente que no lo hace. Solo te saluda y te desea suerte para el partido. Te deja hacer una vida ajena a lo futbolístico. No eres un jugador al que atosigan… para ellos eres un ser humano, una persona normal. Que hace un deporte visible, que lleva mucha pasión, pero no se vive con la intensidad que se vive acá”.
Aunque el Nuevo Mirandilla es un campo caliente y animoso, es sobre todo como visitante cuando extraña el ambiente futbolero de su país. “Esa tranquilidad también se traslada a la cancha, cuando no ves las bengalas, el humo, las banderas gigantes. Yo en las concentraciones estoy con Escalante, que salió de Boca, y con el Pacha que salió de Nacional de Uruguay. Y siempre decimos lo mismo. Lo que uno extraña del fútbol es esa presión de la gente, que te piten… porque nosotros mamamos ese fútbol, crecimos de esa manera y luego te encuentras que sales a canchas de visitante y solo escuchas aplauso. Arranca el partido y todos sentados en silencio. Escuchas hasta a un centrocampista tuyo que está a 40 metros”.
Destacó de los delanteros a los que se ha tenido que enfrentar a algunos como “Benzema, Vinicius, Griezmann, Isak, Lewandoski… Pero más que por los delanteros, que tienen muchísima calidad, es por los equipos que le rodean que hacen que ellos lleguen al área con más facilidad. Pero sí, de Benzema me sorprendía cómo bajaba al mediocampo para flotar allí y empezar las jugadas, o las diagonales de Isak cuando estaba en la Real Sociedad, que eran tremendas. Te encuentras con diferentes jugadores, de diferentes estilos, pero muy buenos”.
Un deseo es ir con el Cádiz a Argentina. “Se lo dije al preso. Tenemos que jugar acá una gira como hizo el Betis cuando jugó contra River. Tendríamos que hacer una gira en Argentina para jugar con cuatro o cinco equipos y sería una linda experiencia. Que conozcan el fervor del fútbol argentino estaría guay. Ya lo hizo Villarreal para jugar contra Boca, también el Sevilla”