Ayer el Cádiz tuvo como héroe principal a su portero David Gil, quien se erigió en protagonista en la tanda de penaltis que dio el triunfo a su equipo, deteniendo tres de los cuatro lanzamientos del Lecce. Pero también Conan Ledesma fue determinante con otra acción antes de producirse el cambio, evitando el 1-2 en una espectacular estirada ante un disparo que se había envenenado y cambiado su trayectoria tras tocar en un defensor. Como suele ser habitual, los aficionados en las redes sociales inician debates. A veces enriquecedores y otras estériles. Con argumentos o sin ellos. En este caso fueron muchos los que empezaron a comparar a ambos guardametas.
Con ese motivo o no, quien mejor los conoce, la persona que trabaja con ellos día a día y sabe no solo corregir sus posibles defectos sino también potenciar sus diferentes virtudes, su entrenador de porteros, Lolo Bocardo, dejó a través de su perfil en Twitter (plataforma ahora conocida como X), la siguiente reflexión.
“Metodología. En mi opinión la metodología, o como algunos lo hacen llamar (“mi”, “el” o “su” método) es importante en la base pero no tanto en el fútbol de élite. Yo creo que un buen entrenador de porteros debe adaptarse a las características de sus porteros, potenciar esas mismas y, de camino, mejorar otras cualidades. Os pongo un ejemplo que vimos apoyándonos en los GPS, los dos porteros de mi club, El Cádiz CF.
Conan tiene una posición básica más baja porque es muy fuerte de tren inferior y esa posición le permite llegar abajo rápido y con su potencia llegar arriba también. David Gil, su posición es más alta que la de Conan porque él es más veloz de movimientos, pero menos potente. Al final los dos suelen tener el mismo tiempo de reacción en disparos tanto arriba como abajo.
Mi reflexión es… ¿por qué voy a cambiar su forma de parar en vez de hacer las tareas para potenciar esas cualidades? Tener una metodología está muy bien, pero adaptarse a cada portero que tengas para mí es lo primordial”.