El centro del campo está siendo fuertemente mermado por las lesiones. Hasta tres de los cinco efectivos en esa demarcación (Fede San Emeterio, Kouamé y Escalante) andaban caídos en combate a la llegada del fútbol tras el parón con prórroga del Cádiz con los partidos ante Real Madrid y Mallorca. En ambos Sergio González ha tirado para de los, prácticamente, dos únicos jugadores que le quedaban para ser titulares ya que José Mari no ostenta ahora mismo ni el rol de ser una pieza para demasiados minutos. Rubén Alcaraz y Álex Fernández fueron los dos encargados de sostener el eje del equipo en la medular y el madrileño volvía a tener protagonismo en esa parcela del doble pivote, de la que ya parecía desahuciado.

Y lo cierto es que ha pasado los dos exámenes con nota, dentro evidentemente de las no tan positivas sensaciones que ha dejado el Cádiz. Ahora habrá que esperar si el técnico lo ha llamado a filas para que se quede o la recuperación de otros efectivos le hará de nuevo entrar en la dinámica de suplencia.

Por lo pronto, el lunes toca partido en Vigo y salvo sorpresa la pareja Rubén - Álex apunta de nuevo para Balaídos.