Una nueva ocasión se presenta en Vallecas el domingo, ante un rival que en casa es el segundo peor equipo de LALIGA EA Sports, tan solo superando al colista UD Almería. El Rayo, de sus doce partidos en su feudo, tan solo ha vencido en uno (en la Jornada 5 frente al Deportivo Alavés por 2-0). El resto de encuentros ante su afición fue saldado con seis empates y cinco derrotas. El Cádiz CF está obligado por tanto este domingo a emular lo que hicieron en su día equipos como el Sevilla (1-2), UD Las Palmas (0-2), Valencia CF (0-1), Girona (1-2) o Atlético de Madrid (0-7).
Como el propio Mauricio Pellegrino ha explicado en varias ocasiones, la importancia de los partidos del Cádiz va aumentando debido a que en cada jornada resta una menos para el final de la competición. El equipo sigue acumulando jornadas sin lograr triunfos y eso está complicando aún más su situación. La oportunidad de conseguirla el pasado fin de semana ante el Celta en casa se esfumaba, a pesar de sumar un empate, y es por ello que hay que seguir poniendo el foco en que sea en el siguiente partido donde se añadan tres puntos más a la clasificación.
Cabe también recordar las dificultades que están teniendo los amarillos para acabar venciendo y que eso es algo que todavía no han conseguido esta campaña como visitante. El Cádiz es el tercer peor equipo lejos de su feudo, tan solo por encima de Granada y Almería. Son esos tres, precisamente, los tres únicos que no saben ganar a domicilio en esta 23/24. Otra dificultad añadida es que los cadistas son los que menos goles convierten también fuera de casa con tan solo seis en 13 encuentros.
Sin embargo la fe y la esperanza es algo que está impregnado en el ADN del cadista y, a pesar de todas las adversidades que pueda haber, lo de arrojar la toalla sin que se hayan agotado todas las posibilidades no es algo que se contemple en esta afición. Como prueba está la consecución de la igualada en el descuento ante los gallegos en el Nuevo Mirandilla, con un golazo de Darwin Machis que encendió levemente la llama de la salvación cuando ya todo prácticamente se veía perdido.