Ya en el mercado veraniego de la pasada campaña el Cádiz CF transitó un largo período de tiempo sin hacer incorporaciones nuevas. Concretamente fueron los 28 días que transcurrieron entre la oficialidad de la llegada de Lucas Pires (25 de julio) hasta la de Maxi Gómez (22 de agosto). Cierto es que el 31 de julio se confirmaba el de la continuidad como cedido de Jorge Meré aunque esa fue una operación cerrada varias semanas atrás y que tan sólo estaba a expensas de meros trámites burocráticos.

Ahora, por los motivos que sean, la situación es parecida. Desde que el 6 de julio se hiciera oficial los fichajes de Matos y Caro, el apartado de llegadas está estancado en el conjunto amarillos. Desde entonces han pasado ya 24 días.

Una circunstancia que en algunos aspectos llama la atención teniendo en cuenta que se produjo la salida de Arzamendia traspasado a Estudiantes de La Plata hace seis días y el posible refuerzo para que compita con Matos, o un central en caso de que sea Glauder el elegido para acompañarle en el costado zurdo de la zaga, a día de hoy sigue sin llegar.

También se desconoce si los que resta de mercado servirán para reforzar o mejorar otras demarcaciones o si incluso pudiera producirse alguna salida más.

Por el momento habrá que mantenerse a la espera sobre las decisiones que pueda tomar pa dirección deportiva de cara a una temporada que promete ser muy exigente.