La contundente victoria del Cádiz ante el Eldense significaron, además de tres puntos más en el casillero y una dosis más que merecida de positivismo, que el equipo amarillo finalice la Jornada 23 en con una diferencia de seis punto y el enfrentamiento directo a favor con el equipo que delimita las plazas de descenso y que no es otro que el conjunto alicantino. Una situación de la que no ha gozado en toda la temporada ya que la mayor distancia con la zona roja la tuvo hasta el momento en la Jornada 6 con Paco López en el banquillo cuando ésta era de cinco puntos tras vencer a domicilio al FC Cartagena.
Una mayor tranquilidad clasificatoria que el plantel se ha ganado a pulso gracias también al trabajo de Garitano, que ha cosechado en cinco partidos como cadista dos victorias y tres empates, con siete goles a favor y tres en contra.
Son cifras para estar contentos y ser optimistas en cuanto a la mejoría de los resultados y el juego, pero es el propio entrenador vasco el que ya se ha encargado en más de una ocasión de frenar cualquier atisbo de euforia, recordando que este equipo aún no ha sido capaz de ganar dos partidos seguidos esta temporada. Será el próximo lunes cuando tenga una nueva ocasión de lograrlo y de acentuar más esa ilusión en una afición que la ha ido perdiendo desde hace tiempo.