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Dimitru Rosu podría tener una oportunidad esta semana de salir de inicio si el míster ve conveniente que sustituya a Juanma en la banda derecha. El rumano se muestra expectante por esa posibilidad. “Lo mejor sería que todos estuviéramos bien y no tener que salir por la baja de un compañero. Ya tuve una oportunidad contra el Granada y no sé si volveré a tenerla el domingo. Es algo que depende del míster y de cómo él vea la situación. No sé nada y lo que hago es entrenar. Si me toca jugar a ver si hago más de lo que hice en Granada y que ganemos. Sólo eso. Yo me encuentro bien. Desde hace dos meses cada día que pasa me encuentro mejor y espero seguir en esta línea”.

Desea conseguir pronto la continuidad en el once, algo que está complicado en estos momentos. “Lo mejor sería poder entrar en el equipo y mantenerme ahí. Pero como te digo, si no sé si voy a entrar en el once tampoco sé si voy a poder seguir en él. El míster en los entrenamientos no me pide nada diferente a lo que le dice al resto de compañeros o, por ejemplo a Juanma. Nos habla sobre la forma en la que tenemos que jugar y hacer lo que él desea para el equipo”.

A Granada viajó de forma urgente por enfermedad de Juanma. Estar preparados para cualquier eventualidad es primordial en esos casos. “Es bueno estar preparados para jugar en cualquier momento porque si te toca hay que responder. El día de Granada nunca pensé que jugaría, me llamó por la mañana y me sacó desde inicio. Nadie tiene que descartar nada en ningún momento y estar preparado para cuando nos toque jugar hacerlo de la mejor forma”.

Esta jornada podría debutar en casa frente a su público. Le gustaría jugar en Carranza porque “es donde más ocasiones estamos creando y podemos disfrutar más teniendo más oportunidades para ganar el partido. Lo más importante y lo que da más felicidad es jugar y ganar los partidos”.
Reconocía no obstante que no sabía demasiado del rival. “No sé mucho del Écija. Este año no van muy bien y el pasado estuvo arriba en la tabla. No sé si han cambiado muchos jugadores con respecto al año pasado”.

Todo parece indicar que será el jugador elegido para la banda zurda. Pero si no lo fuera “no puedo decir que eso sea un palo para mí. El míster es el que nos ve mejor todos los días, sabe qué podemos dar en el campo y él es el que decide si me va a sacar a mí o a otro compañero mío. Está claro que me gustaría jugar pero no hacerlo no significaría que me decepcionaría. Hay que seguir peleando y cuando me toque me tocó. Si es este domingo, pues mejor. Si no, ¿qué voy a hacer? Pues seguir entrenando y luchando. Los jugadores somos egoístas pero si el equipo va bien, es bueno para todos. Después, si juegas y encima gana el equipo, pues mejor”.

Su trabajo cada semana va enfocado a jugar minutos y con ese pensamiento afronta cada jornada. “Yo hasta el último día pienso siempre que tengo posibilidades de jugar. No lo descarto hasta que me dicen que no voy convocado. Pero hasta ese momento hay que pensar que existe la posibilidad de jugar”.

Su tardía llegada a la plantilla le ha costado muchas semanas para completar su preparación física. Eso es algo inevitable para el centrocampista. “Son cosas imprevisibles que no piensas que te va a pasar. Llegué un poco tarde y no hice la pretemporada con el equipo. Luego cuando empecé tuve un parón por unos problemillas. Volví a coger forma poco a poco pero el equipo comenzó a ganar partidos. Los compañeros hicieron méritos para jugar y es normal que yo me quedara fuera. Yo venía con la idea de jugar y aportar cosas pero son cosas que pasan en el fútbol y hay que aceptarlas”.