El Cádiz CF no está pasando por su mejor momento institucional en su historia. Con su primer equipo sumido en Segunda División B, con problemas en lo económico, en situación de concurso de acreedores y encima con la amenaza real sobre la mesa de una posible disolución del club. Y todo ello como consecuencia de las gestiones de los anteriores propietarios.

Precisamente la disolución sería una de las opciones que algunos empresarios gaditanos estarían esperando que se produjera para comenzar con un 'nuevo' Cádiz desce cero, según apunta también la revista ¡Ese Cádiz...oé! en su número 203. Un club que comenzaría sin deudas y que se marcaría el objetivo de potenciar la cantera y el fútbol base desde sus inicios.

Pero este club no tendría nada que ver con el Cádiz Club de Fútbol y ni mucho menos sería la continuidad en la historia del ahora equipo centenario, por mucho que se pretendiese vincularlas tal y como sucede en otras entidades futbolísticas. Sería un club cuya fecha de fundación no sería la de 1910, sino que sería la que rigiera la inscripción en el Registro Andaluz de Entidades Deportivas del nuevo club, o en su defecto las del club que se tomara de base para el cambio de denominación. Es lo que en el argot futbolístico más purista se denomina club «engendro».

Junto a la pérdida de entidad y de historia, también se erige otra importante consecuencia como es la pérdida de la propiedad de la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz, actualmente del Cádiz CF, en lo que es su único patrimonio destacable. El 'nuevo' Cádiz comenzaría sin deuda, sí, pero con un largo y nada fácil camino por recorrer para llegar a ocupar un sitio en el mundo del fútbol tal y como hoy día lo tiene el Cádiz CF.