Cuando el de Sopelana rechazó la oferta del Eibar hace unos días, no sabía que en cuestión de horas iba a tener que competir con un compañero más como Contreras, que se convertía en el quinto fichaje amarillo de esta temporada.

A la par que esto sucedía el Eibar parecía tener solucionada la negativa de Armando con la incorporación de Unai Alba, del Athletic de Bilbao, que llegó procedente del Baracaldo con la esperanza de jugar en Primera División. Un hecho que no llegó a ocurrir pues no ha disputado un solo minuto en la liga de las estrellas y consiguió desligarse del club bilbaíno. La esperanza del Eibar se ha visto truncada con el anuncio del fichaje de Unai por el Hércules hace pocas horas.

Los azulgranas dicen no tener prisa por contratar a un portero, pero bien es cierto que el mercado se va cerrando y pocos son los guardametas que quedan con su futuro en el aire. Si a eso, le sumamos el inconveniente de que no desean pagar traspaso por ninguno de ellos, el círculo se estrecha cada vez más.

Ya han descartado por esa misma razón a Jáuregui del Lorca, Zigor del Écija que el año pasado jugó en el Eibar en calidad de cedido pero el club sevillano pide por él una cantidad inalcanzable, Goitia del Málaga, quien también pedía demasiado dinero o Rubén Falcón que finalmente ha fichado por el Rayo Vallecano.

Lo único cierto es que los de Javier Mandiola solo cuentan con dos porteros del filial de Tercera División como son Asier Unta y Xabier Iruretagoiena, algo que a pesar de su tranquilidad, no parece suficiente para afrontar la Segunda División en su regreso.